Los Derechos Humanos son reconocimientos esenciales otorgados a todos los seres humanos, sin distinción alguna, por el solo hecho de existir, los cuales garantizan a los hombres una vida digna y el respeto de los unos a los otros (bien sea de una nación a otra, o de un hombre a otro).
Los Derechos Humanos son el resultado de las luchas sociales en distintos lugares y épocas de la historia; lo que incluye la evolución de la esclavitud, la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano en 1789, legado de la Revolución Francesa y que constituyó la base de la Declaración de las Naciones Unidas en 1948, o, el derecho al voto de las mujeres, entre otros. Lo que evidencia como los Derechos Humanos están en constante desarrollo, siendo una construcción continua que va a la par de cada sociedad, comunidad y contexto. Los Derechos Humanos son pilar del plano político ya que son el medio por el cual se concretan nuevas y mejores relaciones humanas.
¿Por qué a más Derechos Humanos, mayor
pobreza?
Esta
la contradicción que envuelve hoy a la defensa de los Derechos Humanos. A pesar
de los inmensos avances en materia jurídica y de que en algunos países cuentan
con constituciones de vanguardia en el campo de los Derechos Humanos, estos son
letra muerta y no todas las personas gozan de la misma igualdad de
oportunidades para tener una vida digna. Como ejemplos: 1. Tienes derecho a la
educación pero no puedes pagar la matricula, 2. Eres culpable hasta que se demuestre
lo contrario, 3. No se garantiza la vida como principal condición para la
existencia.
No
se puede hablar de Derechos Humanos sin práctica política, desconfigurados a
partir de la lógica neoliberal, que tiene una concepción de sujeto individual
en lugar de sentido colectivo, un sujeto empresario de sí mismo con relaciones
de contrato, cuyo valor principal es la competencia. Este es el principal desafío
de los Derechos Humanos, reconocer las asimetrías del poder, lo inhumano del
capitalismo para garantizar la vida digna y enfrentar el control del discurso aislado
de los Derechos Humanos y las reivindicaciones políticas.
Los Derechos Humanos implica la lucha
por la dignidad
Cuando
la sociedad está en la búsqueda de la paz, de una vida plena o del buen vivir,
es necesaria la superación de las condiciones de pobreza y violencia que
limitan la libertad para que el ser humano se desarrolle. Una razón fundamental
es el compromiso de los estados y sus instituciones para garantizar el
cumplimiento de condiciones dignas hacia sus pobladores, muchas contenidas ya
en sus constituciones, pero cuyos desarrollos se dejan a un lado porque priman
intereses particulares.
Organizaciones
internacionales oficiales agrupan y conducen
una visión de los Derechos humanos, pero ¿hasta dónde estas incluyen
todas las perspectivas de quienes se ven afectados? Estas no se libran de un
sistema de orden y control en que se conduce la sociedad, el problema es cuando
ese control vulnera las garantías de los más desfavorecidos o de las
comunidades minoritarias. Las instituciones formales que regulan los pactos en
torno a los Derechos Humanos se ven cooptadas ante grandes bloques de poder y
naciones poderosas cuyo veto pasa por encima de la voluntad de las mayorías. En
este caso el mecanismo se vuelve nulo, pasando por encima del cuidado y el
respeto de la vida. La política, la relación dentro de las comunidades y la
tensión entre los estados esta siempre inmersa en la lucha por quien hace
prevalecer sus derechos por encima de los demás; las guerras, los conflictos,
la arbitrariedad, el irrespeto, se da cuando no reconocemos los derechos del
otro y favorecemos los propios.
Educación en Derechos Humanos
En
una época el desarrollo de los Derechos Humanos estuvo enfocado en el avance y
protección desde lo jurídico, hoy en día la necesidad de enseñar los Derechos
Humanos va más allá de los mecanismos internacionales y más allá de los
mecanismos de protección jurídica contenidos en nuestras constituciones, se
trata de hacerlo desde nuestras subjetividades.
Los
procesos de educación en Derechos Humanos no parten de cero, van de generación
en generación enfrentando y sorteando escenarios concretos; hoy las agendas de
las democracias formales están marcadas por el mercado internacional y los
nuevos escenarios ante la ciencia y tecnología que exigen ética y valores para
regular y defender la vida.
Además
de la destreza técnica y el estudio formal de los Derechos Humanos es necesario
estudiar y comprender las razones de la movilización social y como desarrollar
formas de articulación para que los Derechos Humanos no queden aislados de lo
que sucede en la calle, en las regiones o en las fronteras. Así entonces su
conocimiento ya no solo compete a los abogados sino a todas las personas, lo que
aporta conciencia y coherencia al reclamo colectivo. A la vez que ratifica el
derecho a la manifestación como un derecho y la necesidad de protección hacia
el defensor de los Derechos Humanos. Esto tiene que ver con lo pedagógico pero
también con la sensibilidad sociocultural de nuestros pueblos, para identificar
esos aspectos que tenemos en común y que nos son afines.
Todas las personas somos defensoras de
los Derechos Humanos
Vemos
como en diversos lugares del planeta brotan manifestaciones; reconocer ese
sujeto social, su necesidad, su contexto, su memoria, permite visibilizar
los conflictos que se nos presentan como normales y evita que su reclamo se
silencie. La dimensión social del ser humano implica despertar su conciencia
social, la sensibilidad socio cultural, la construcción de identidad y la
comprensión de que no se está solo, que se pertenece a un todo y se estimula la
reflexiona para que su aporte ayude en la construcción de un lugar mejor.
Para
garantizar los Derechos Humanos se debe tener claro que el reclamo va dirigido
a las instituciones porque son estas las que restringen o no la normal para
hacerlos viables y son las personas comunes y corrientes sujetos activos que garantizan su reclamo.
Los
Derechos Humanos no son abstractos hay que llevarlos al contexto, son un
instrumento que permiten sortear nuestro momento histórico y concreto. Por esta
razón es importante el foco en las luchas sociales, porque estas son las que
dinamizan el desarrollo social como práctica concreta.
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